martes, 15 de febrero de 2011

Suicidio

Dos horas llevo aquí ya... que rápido pasa el tiempo.
Dos horas llevo aquí ya, sin saber si tirarme o no...
He sido tan mala persona, que debería saltar... pienso mientras me enciendo el primer cigarrillo, el primero de muchos.
Me vienen esas horribles imágenes a la cabeza ¿como pude hacerle eso a la mujer que siempre he amado? ¡¿COMO PUDE?! ¡Soy lo peor que existe! ¡No me lo tendría que pensar, tendría que tirarme!
Pobre Elaine, con todo lo que ella hizo por mi...
Nunca podré olvidar los gritos que daba... pobre Elaine...
Pasan tres horas más, ya me he fumado cuatro paquetes...y empiezo a pensar: Yo nunca he fumado... pero si cualquier persona me viera ahora mismo, no se lo creería... más de diez botellas de alcohol en el suelo colillas y más colillas en mi cenicero, ese cenicero que tenía Elaine en la vitrina para decorar... ¡Mi Elaine! ¿Cómo he podido? No puedo para de preguntarme eso. Me hecho a llorar.
De pronto oigo unos coches pasando por la calla ¿Me tiro o no me tiro? ¿Tendré valor para quitarme la vida? ¡Maldita sea George! ¿Cómo has podido!? Has matado a la única mujer que fue capaz de amarte, la has matado.
Hace solo ocho horas que llegue a casa, todo paso tan rápido...
Llegue a casa después del trabajo, tiré el maletín encima del sofá, me quité el traje, lo dejé cuidadosamente encima de mi cama perfectamente hecha, me puse mi pijama, no tenía intención de salir más a la calle, abrí la nevera y saqué dos cervezas frías, cogí una bolsa de patatas frías, y me dirigí a mi querido sillón de orejas, color crema ese precioso sillón que me regalo Elaine por mi cumpleaños, encendí la televisión y busqué mi programa de deportes favorito. Pasaron diez minutos, y llega Elaine, con bolsas de la compra, le pregunté si necesita ayuda, me contestó un "No" muy borde, nunca me había hablado así y siempre que no necesitaba mi ayuda me decía gracias...algo le pasa a Elaine, nunca la había visto tan fría, me levanté y fui a la cocina recién reformada a preguntarle que qué le ocurría, me dijo que la dejará en paz, otra vez en tono borde, le dije que podía confiar en mi, que era su marido, que nadie la comprendería mejor que yo, me grito que su vida era lo peor por mi culpa, yo que lo daba todo para ella le dí una bofetada, me insultó, le dí otra y me volvió a insultar hasta que me escupió, que entonces le propine un puñetazo que la mando al suelo y le rompió la nariz, yo estaba tan furioso, le dije que era una puta barata, cosa que jamás había pensado. La miré con aire de superioridad y me disponía a irme, cuando empezó a insultarme de nuevo, jamás me había dicho cosas tan horribles, y cierto era que me las merecía, la levante tirándole de un brazo, la puse contra la pared y la empecé a golpear con todas mis ganas entre lágrimas me gritaba que la soltara, yo hacía como si no la oyese, y le seguía pegando brutalmente, no había ninguna sola parte del cuerpo por la cual, la pobre Elaine no sangrara, la lleve a la cama, la tumbe de un empujón, le quite la ropa rompiéndosela en mil y un pedazos, me quite mis pantalones del pijama a rayas que semanas antes me había regalado Elaine, y la viole, ella gritaba yo la golpeaba como podía, cuando termine me volví a vestir, y la deje encima de la cama, moribunda, me dirigí otra vez al salón,como si nada hubiera pasada, cuando de pronto oigo a Elaine hablando por teléfono, estaba intentando llamar a la policía, le arrebate el teléfono, la golpeé la deje inconsciente, me odiaba a mi mismo en aquel momento, pero algo dentro de mi me decía que debía acabar con ella, y así lo hice, fui a la cocina a por un cuchillo, un gran cuchillo para cortar carne, le atravesé el corazón veintiocho veces. Me quede un rato mirando al precioso cuerpo sin vida de mi Elaine, pobre Elaine pensé... Me entró el pánico cuando volví en mi, tenía que esconder el cuerpo de Elaine, dónde puedo esconderlo, pensé. Solo se me ocurrió la genial idea de trocearlo, y así lo hice, le corte la cabeza, le corté los brazos en dos trozos cada uno, y las piernas en cuatro partes cada una, envolví los trozos en una sabana oscura y lo até todo como si de un paquete se tratara. Entonces subí al tejado..en el que llevo ya cinco horas.
Y sigo preguntándome ¿me tiro o no me tiro?
Tengo que ir al coche, a comprar algo más de alcohol para tener el valor de quitarme la puta vida, pensé. Cogí el coche y me fui a la tienda más cercana, no pensé que ya eran las diez de la noche y que estaban todas cerradas, busque un veinticuatro horas, no encontraba ninguno, así que me dirijo a un bar, entro, es un bar pequeño sombrío, muy frío, le pido al camarero que me de diez latas de cerveza y le pregunto si me podría dar también un botella de whisky, me da las cervezas y una botella de whisky medio vacía, por la cual me cobra su precio original, pero no me importa, le doy un billete de cien dolares, cojo mis bebidas y salgo por la puerta.
Subo al coche, tengo el paquete con el cuerpo de Elainehazlo!. No tengo valor, así que decido emborracharme estando de pie en al bordillo, de repente me entran unas ganas de andar irrefrenables, y así lo haré, empiezo a andar, por el fino borde... estoy borracho, no tengo equilibrio alguno así que, sucede lo inevitable, me caigo. Lo último que oigo es el grito de una mujer aterrorizada.


2 comentarios:

Breken dijo...

¡Me encanta! ¡Es increíble! Demuestra que no hay que dejarse llevar por los impulsos, muchas veces nos podemos arrepentir... aunque otras veces es lo correcto... como cuando dije a cierta chica que la quería ;)

Sigue así, y no dudes en hacer más diarios, merecerá la pena.

Unknown dijo...

Gracias Breken!! Eres un gran apoyo para mi! :)