miércoles, 16 de febrero de 2011

Mal día

Me levanto como siempre a eso de las diez y me dirijo a mi escritorio, empiezo a escribir: -Hoy es mi cumpleaños, mi veintiocho cumpleaños, estoy muy contento esta mañana. Estoy muy contento y muy solo, de momento.
Llevó un rato en mi escritorio escribiendo, no sé que más poner, el psicólogo me ha recomendado que escriba lo que pienso, lo que siento. Ya probé esta terapia hace unos años, y no me funciono, la diferencia estaba en que no quería superar mis problemas, y ahora si quiero. Necesito salir de esta asquerosa vida, si se le puede llamar así.- Hago una pausa para prepararme un café, empiezo a tener ansiedad, y necesito saciarla con algo. Voy a la cocina a prepararme un café bien cargado, pero frío, odio las cosas calientes.

Me empiezan a venir pensamientos, mientras me estoy tomando el café, lo cual quiere decir, que debo volver a mi escritorio, a seguir con mi diario. Vuelvo a sentar en mi silla, cojo el bolígrafo rojo, tiene que ser rojo, sino... no puedo escribir, me cierro, me bloqueo... Y sigo escribiendo: -Mis planes para el día de hoy son: Salir a comprar y...nada más. Me gustaría darme una alegría, al fin te cuentas es mi cumpleaños... Sí debería salir a divertirme, con mis chicas...- Intento escribir cuando de pronto suena mi móvil "Psicólogo" aparece en la pantalla, abro el móvil y oigo: "¡FELICIDADES FRANK!". "Gracias Doctor, ¿que tal está?", le contesté, "Bien, ¿y tú? ¿como va la ansiedad?" Me responde él, odio que me pregunte eso, y él lo sabe, no le contesto, en lugar de una respuesta a la pregunta le digo: "¿Esta tarde tenemos terapia, verdad?", me dice que sí, con un tono un tanto enfadado, me supongo que porque no le respondí, como a él le hubiera gustado. Entonces el "pipipi" interrumpe mi pensamiento, me ha colgado. Vuelvo al escritorio. Me paso escribiendo hasta las cinco, aproximadamente, a las seis tengo terapia, tengo que salir un poco antes, así que, me visto, me arreglo un poco, después intentaré pasar por un lugar "familiar", voy al garaje y cojo...¿que coche cojo? el deportivo o el normal? emm... Me quedo unos instantes pensando, y al final decido llevarme el deportivo. Empiezo a conducir, hay mucha gente, de golpe paso por un lugar que me resulto familiar... eso hizo que me volviera la ansiedad, abrí la guantera, vacía, mire por todo el coche, no había nada, no podía más, necesita coca... Cambie mi lugar de destino, me fui a mi viejo bar, aquel bar de ambiente moderno, que ocultaba todo lo que había detrás de ese negocio. Entré, el chico que estaba detrás de la barra se sorprendió de volver a verme allí, le salude con una voz rasgada, le dije que si esta Jackelin, movió la cabeza en gesto de afirmación. Entre a la barra, para acceder a la puerta que se encontraba detrás de ella, abrí la puerta con el máximo de sigilo, entonces olí el humo de un cigarro, la misma olor que me enamoró de Jackelin, de pronto, mientras yo disfrutaba de ese olor que tan buenos recuerdos me traía oí una voz que me decía: "¿Que te trae por aquí Frank? ¿Que haces en el 'Infierno'?" Ya no recordaba que la había dejado diciéndola que eso era el infierno. Me acerque a la mesa, le cogí un cigarro, esos que ella siempre fumaba, y le pregunte si tenía fuego, me quito el cigarro de la boca con un fino y sexy movimiento de muñeca, y me dio su cigarro, que ya estaba encendido, y ella se encendió el que me había quitado segundos antes.
Tras unos minutos de silencio dije: "¿Jacky, nena, tienes coca?" Me echo una mierda casi asesina, y se empezó a reír, me miro con aire de superioridad, y me dijo: "¿Que te crees? ¿Que soy una cobarde como tú? ¿Que abandono a mis amigos? ¡Claro que tengo!

Me molesto ese comentario, yo no la había abandonado, simplemente apreciaba mi vida, o eso pensé, ya me había dado cuenta de que no lo hacía, le conteste muy rápido: "Nena, nunca he dejado de quererte y siento mucho todo lo que os he hecho, si me dieras otra oportunidad...y algo de coca para volver a la vida..." Jackelin se levanto de la silla, se acerco a una cómoda de madera oscura, abrió el primer cajón y saco una bolsita con coca, o eso imaginé que sería, se acerco a mi, dejo la bolsita en la mesa metálica, de la que segundos antes se había alejado, me paso la mano por encima del pecho, y me dio un beso en la comisura de los labios, me dijo en tono amable: "Aquí tienes, sé que no tienes dinero, pero ha esta invita la casa..." la interrumpí, y la dije que mirara por la ventana, me pregunto: "Emm...¿ese es tu coche?" asentí. Me miro con esos ojos que sabe que me enamoran, intente besarla, me evito, y dijo: "¿Frank...que coño has hecho? ¿De dónde has sacado el dinero para ese cochazo?" Le conté que mi abuela murió y me dejo un herencia millonaria. Jackelin cambio su rostro completamente, me sentó en la mesa metálica de un pequeño empujón, cogió la bolsita blanca, la abrió, en ese momento pude fijarme en sus uñas, color rojo, esas uñas...buf, me entro un calor horrible, Jackelin interrumpió mi pensamiento diciéndome "¿Quieres?" En ese momento me di cuenta de que había preparado cuatro rayas de coca, me dejo un canuto para esnifar, y así lo hice, me sentí genial, me sentí libre de nuevo, Jackelin empezó a reírse, después de haber esnifado sus dos rayas, la miré con cara de asombro, ella nunca se metía tanto seguido, ¿Tanto había cambiado en seis meses? Jackelin se acerco a la mesa metálica, abrí el cajón de abajo y saco una botella de Ron, le quito el tapo con la boca, lo escupió, me empezó a besar, sujetando la botella con la mano derecha, intenté resistirme, pero no pude, empecé a quitarle la camiseta, cuando de pronto entró el joven de la barra, del cual no recordaba el nombre, y le dijo a Jackelin: "Hermana, ha venido alguien preguntando por ti... Tiene pinta de 'hombre importante'...Date prisa" Jackelin le dijo que le hiciera pasar. Jackelin se sentó, guardando la botella de Ron y la bolsita en el cajón, entro un hombre corpulento, con bigote, un bigote sin arreglar, el hombre me miro muy mal, y se acerco a la mesa de Jackelin, le miro el escote y le dijo: "¿Tienes lo mío, nena?" Jackelin miro al hombre del bigote y le dijo "¿Tienes tu MI dinero?" pego un golpe de voz en el 'mi', el hombre asintió, le dejo un fajo de billetes en la mesa, ella saco de su bolso una caja cuadrada y se la entrego, el hombre la cogió y le dijo "¿Que te crees? ¿Que me puedes clavar por está mierda?" Jackelin no cambio la cara, pero como la conozco desde hace mucho, me dí cuenta de que tenía miedo, y yo, también. El hombre saco una pistola, apunto a Jackelin y le grité: "BAJA EL ARMA" el hombre me apunto a mi, y me mando callar, me negué con otro grito, entre pánico y casi lágrimas, me disparo, pero Jackelin se interpuso en la trayectoria de la bala, el hombre la maldijo y me dijo que tenía suerte, me cogió del cuello y me acerco la pistola a la sien. Lo último que oí fue una risa maligna.

2 comentarios:

Breken dijo...

¡Excelente como siempre! Me fascinan tus historias, continua asi, no te rindas ¡Lo haces perfectamente!

Unknown dijo...

Muchas gracias Breken!