De nuevo me hallo aquí, en este lugar tan familiar. El vacío y la oscuridad me han vuelto a abrazar, y una vez más secan mis lágrimas y alivian mi corazón.
¿Será este mi destino? ¿Querer pero no ser querida?
Rezo por escuchar "Arlene ha muerto". Mis ganas de vivir son nulas.
Soy como una medusa que se mueve por las corrientes marinas, yo simplemente me muevo por la rutina. Me levanto, me ducho, como, voy a clase, vuelvo, lloro y me voy a dormir. Así día tras día, semana tras semana.
Me preguntan qué porqué sigo aquí si soy tan infeliz, si no tengo ganas ni fuerzas para vivir. Nunca sé que responder.
Creo que algo de esperanza queda en mi interior, una pequeña brasa entre toda la ceniza de mi corazón. Ojalá baste para volver a encender el fuego de mi amor y volver a quererle como antes, y hacer que él me quiera tanto como yo le quise en su día.
"Arlene, muere" dulces palabras para mis oídos. Dejar de sufrir. Dejar de pensar. Dejar de llorar.
lunes, 6 de octubre de 2014
jueves, 2 de octubre de 2014
Arlene: La reina de corazones.
Mi mente va a mil por hora, mi estúpido cuerpo no es capaz de seguir su frenético
ritmo, y en respuesta lo único que hace es estar frío y llorar. Ya no puedo ver, tantas
lágrimas me nublan completamente la visión. No sé que hacer, no sé como frenar mi
mente, no sé como arreglar mi corazón.
¿Llegará algún día a amarme como a ella? ¿O simplemente a amarme? Tengo su "no,
no te amo" clavado en el corazón, cual estaca ponzoñosa que me envenena y me
hace débil a cada minuto que pasa. Desde ese día mi vida vale menos, no puedo
disfrutar de las mismas cosas, no me siento igual de viva que antes, es tan horrible
esta sensación... ¡ni a mi peor enemigo se la desearía! ¿Qué hice tan mal? Surgen
interrogantes con cada latir de mi roto corazón. ¿Qué he de hacer? [...]
Por un momento mis ojos quedan secos, mi mente disminuye su ritmo, y mi cuerpo
parece recuperarse ligeramente de la ponzoña. ¿Yo le amo? De repente olvido pensar
en qué siento por él, en que puedo esperar que él sienta por mi... No soy capaz de
saber si le amo, o finjo no querer saber que no es así, que realmente no puedo amarle
aún, qué sólo puedo quererle con toda mi patética alma. ¡Pero no es lo que quiero!
¡Quiero más, lo quiero todo! Que nuestro mundo empiece y acabe con nosotros.
Pero, creo, que eso jamás será posible por su parte, creo que él jamás me amará
como a ella, creo que realmente no es capaz de quererme como corresponde, qué
sólo soy una más en su interminable lista, en sus cientos de mujeres. Es horrible. [...]
Sigo sin poder dormir, sin poder comer, sin poder pensar... Sin poder vivir.
Fijo ser feliz delante de todos, incluso de él. No es una mentira muy grave, ¿verdad? [...]
Estoy siendo demasiado impaciente ¿no? Estoy esperando que él, la persona más fría
del mundo, sea tan ardiente como yo, que me ame más que a nadie, que me quiera y
me lo demuestre a cada segundo. No puedo pedirle esto, no al hombre de hielo, no a
él.
Por un momento me paro a pensar en esa vez que viví el vacío en su máxima
expresión, recuerdo como fue vivir en el infierno un largo y eterno tiempo. ¿Volveré
allí? ¿Por él? Rezaría a Dios para que salvase mi alma de eso...[...]
¿Qué tiene ella que no tenga yo? ¿Por qué con ella sí? ¿Qué es lo que le daba, lo que
la hace tan especial para él? ¿Aún la ama y por eso no puede amarme a mi? ...
Una bala dolería menos... estoy completamente segura. [...]
Creo que aquí, en este punto de mi, ahora estúpida y vacía existencia, es donde se
halla la pregunta más importante. ¿Le hago participe de esto? Creo que no le gustará
asomarse por unos minutos a mi turbia mente, a ese apartado dónde sólo está él, el
apartado más oscuro y doloroso. Doy por hecho de que tarde o temprano deberé
abrirle mi corazón, ya que se me acabará notando el dolor y la frialdad... pero quizá
cuanto más tarde en hacerlo, peor. No, por favor, más lágrimas no. [...]
¿Será una señal que justamente mi gran amor reapareciese justo cuando él negó
amarme? He de admitir, por mucho que me duela, que tengo miedo de reencontrarme
con el pasado y que afloren sentimientos. Bien, eso no debo decírselo, no, no, y no.
Dios mío... qué tortura.
Quizá aquí nos encontremos en un punto común; nuestras más recientes ex relaciones
fueron nuestros grandes amores. ¿Ambos temeremos lo mismo? ¿Volver a sentir?
Sí esto es nuestro punto en común, ¿sabrá él que llegará a poder amarme más que a
ella? Ojalá, pero no, no lo hará. "¡Tonta! ¡Estúpida! Por mucho
que tú sí sepas que podrías llegar a amarle más que a tu "ex gran amor" él no lo hará.
Jamás. Ella fue su todo. Tu no eres nada más que un capricho pasajero" me dice una
pequeña voz en mi cabeza, una pequeña voz que me da un gran golpe. Asquerosa
conciencia, encima que tardas en aparecer, lo haces de esta manera... te odiaría si no
fuese... porque tienes toda la razón.
ritmo, y en respuesta lo único que hace es estar frío y llorar. Ya no puedo ver, tantas
lágrimas me nublan completamente la visión. No sé que hacer, no sé como frenar mi
mente, no sé como arreglar mi corazón.
¿Llegará algún día a amarme como a ella? ¿O simplemente a amarme? Tengo su "no,
no te amo" clavado en el corazón, cual estaca ponzoñosa que me envenena y me
hace débil a cada minuto que pasa. Desde ese día mi vida vale menos, no puedo
disfrutar de las mismas cosas, no me siento igual de viva que antes, es tan horrible
esta sensación... ¡ni a mi peor enemigo se la desearía! ¿Qué hice tan mal? Surgen
interrogantes con cada latir de mi roto corazón. ¿Qué he de hacer? [...]
Por un momento mis ojos quedan secos, mi mente disminuye su ritmo, y mi cuerpo
parece recuperarse ligeramente de la ponzoña. ¿Yo le amo? De repente olvido pensar
en qué siento por él, en que puedo esperar que él sienta por mi... No soy capaz de
saber si le amo, o finjo no querer saber que no es así, que realmente no puedo amarle
aún, qué sólo puedo quererle con toda mi patética alma. ¡Pero no es lo que quiero!
¡Quiero más, lo quiero todo! Que nuestro mundo empiece y acabe con nosotros.
Pero, creo, que eso jamás será posible por su parte, creo que él jamás me amará
como a ella, creo que realmente no es capaz de quererme como corresponde, qué
sólo soy una más en su interminable lista, en sus cientos de mujeres. Es horrible. [...]
Sigo sin poder dormir, sin poder comer, sin poder pensar... Sin poder vivir.
Fijo ser feliz delante de todos, incluso de él. No es una mentira muy grave, ¿verdad? [...]
Estoy siendo demasiado impaciente ¿no? Estoy esperando que él, la persona más fría
del mundo, sea tan ardiente como yo, que me ame más que a nadie, que me quiera y
me lo demuestre a cada segundo. No puedo pedirle esto, no al hombre de hielo, no a
él.
Por un momento me paro a pensar en esa vez que viví el vacío en su máxima
expresión, recuerdo como fue vivir en el infierno un largo y eterno tiempo. ¿Volveré
allí? ¿Por él? Rezaría a Dios para que salvase mi alma de eso...[...]
¿Qué tiene ella que no tenga yo? ¿Por qué con ella sí? ¿Qué es lo que le daba, lo que
la hace tan especial para él? ¿Aún la ama y por eso no puede amarme a mi? ...
Una bala dolería menos... estoy completamente segura. [...]
Creo que aquí, en este punto de mi, ahora estúpida y vacía existencia, es donde se
halla la pregunta más importante. ¿Le hago participe de esto? Creo que no le gustará
asomarse por unos minutos a mi turbia mente, a ese apartado dónde sólo está él, el
apartado más oscuro y doloroso. Doy por hecho de que tarde o temprano deberé
abrirle mi corazón, ya que se me acabará notando el dolor y la frialdad... pero quizá
cuanto más tarde en hacerlo, peor. No, por favor, más lágrimas no. [...]
¿Será una señal que justamente mi gran amor reapareciese justo cuando él negó
amarme? He de admitir, por mucho que me duela, que tengo miedo de reencontrarme
con el pasado y que afloren sentimientos. Bien, eso no debo decírselo, no, no, y no.
Dios mío... qué tortura.
Quizá aquí nos encontremos en un punto común; nuestras más recientes ex relaciones
fueron nuestros grandes amores. ¿Ambos temeremos lo mismo? ¿Volver a sentir?
Sí esto es nuestro punto en común, ¿sabrá él que llegará a poder amarme más que a
ella? Ojalá, pero no, no lo hará. "¡Tonta! ¡Estúpida! Por mucho
que tú sí sepas que podrías llegar a amarle más que a tu "ex gran amor" él no lo hará.
Jamás. Ella fue su todo. Tu no eres nada más que un capricho pasajero" me dice una
pequeña voz en mi cabeza, una pequeña voz que me da un gran golpe. Asquerosa
conciencia, encima que tardas en aparecer, lo haces de esta manera... te odiaría si no
fuese... porque tienes toda la razón.
viernes, 12 de septiembre de 2014
Fuego.
Encadeno mis piernas a las suyas,
siento su pasión en mi interior, con fuerza, con calor.
Su respiración acelerada desboca mi
mente y mis sentidos, sus embestidas me dejan atónita, fuera de
control, sin poder pensar, sólo sentir. Hace que mi alma y mi cuerpo
sean suyos, solamente suyos. Recibo sus besos y sus palabras como
dulce néctar para mis sentidos. Veo su silueta en la oscuridad,
encima de mi, cual lobo, poseyéndome. Una vez más, sólo existimos
nosotros, siendo solamente uno. Le quiero, me quiere. Nos queremos.
Esa idea despierta en mi interior una llama, y sé que es el momento,
me dejo ir, sin soltarle ni un instante, quiero llegar al clímax
sintiéndole lo máximo posible. Él llega conmigo, la sensación es
única, lo más placentero que jamás sentí, el momento que más
cerca me sentí de su alma, el momento en que noté que realmente le
amaría como a nadie, qué él estaba hecho para mi, y yo hecha para
él.
Seamos uno cada noche, todas las
noches, para siempre.
miércoles, 16 de febrero de 2011
Mal día
Me levanto como siempre a eso de las diez y me dirijo a mi escritorio, empiezo a escribir: -Hoy es mi cumpleaños, mi veintiocho cumpleaños, estoy muy contento esta mañana. Estoy muy contento y muy solo, de momento.
Llevó un rato en mi escritorio escribiendo, no sé que más poner, el psicólogo me ha recomendado que escriba lo que pienso, lo que siento. Ya probé esta terapia hace unos años, y no me funciono, la diferencia estaba en que no quería superar mis problemas, y ahora si quiero. Necesito salir de esta asquerosa vida, si se le puede llamar así.- Hago una pausa para prepararme un café, empiezo a tener ansiedad, y necesito saciarla con algo. Voy a la cocina a prepararme un café bien cargado, pero frío, odio las cosas calientes.
Me empiezan a venir pensamientos, mientras me estoy tomando el café, lo cual quiere decir, que debo volver a mi escritorio, a seguir con mi diario. Vuelvo a sentar en mi silla, cojo el bolígrafo rojo, tiene que ser rojo, sino... no puedo escribir, me cierro, me bloqueo... Y sigo escribiendo: -Mis planes para el día de hoy son: Salir a comprar y...nada más. Me gustaría darme una alegría, al fin te cuentas es mi cumpleaños... Sí debería salir a divertirme, con mis chicas...- Intento escribir cuando de pronto suena mi móvil "Psicólogo" aparece en la pantalla, abro el móvil y oigo: "¡FELICIDADES FRANK!". "Gracias Doctor, ¿que tal está?", le contesté, "Bien, ¿y tú? ¿como va la ansiedad?" Me responde él, odio que me pregunte eso, y él lo sabe, no le contesto, en lugar de una respuesta a la pregunta le digo: "¿Esta tarde tenemos terapia, verdad?", me dice que sí, con un tono un tanto enfadado, me supongo que porque no le respondí, como a él le hubiera gustado. Entonces el "pipipi" interrumpe mi pensamiento, me ha colgado. Vuelvo al escritorio. Me paso escribiendo hasta las cinco, aproximadamente, a las seis tengo terapia, tengo que salir un poco antes, así que, me visto, me arreglo un poco, después intentaré pasar por un lugar "familiar", voy al garaje y cojo...¿que coche cojo? el deportivo o el normal? emm... Me quedo unos instantes pensando, y al final decido llevarme el deportivo. Empiezo a conducir, hay mucha gente, de golpe paso por un lugar que me resulto familiar... eso hizo que me volviera la ansiedad, abrí la guantera, vacía, mire por todo el coche, no había nada, no podía más, necesita coca... Cambie mi lugar de destino, me fui a mi viejo bar, aquel bar de ambiente moderno, que ocultaba todo lo que había detrás de ese negocio. Entré, el chico que estaba detrás de la barra se sorprendió de volver a verme allí, le salude con una voz rasgada, le dije que si esta Jackelin, movió la cabeza en gesto de afirmación. Entre a la barra, para acceder a la puerta que se encontraba detrás de ella, abrí la puerta con el máximo de sigilo, entonces olí el humo de un cigarro, la misma olor que me enamoró de Jackelin, de pronto, mientras yo disfrutaba de ese olor que tan buenos recuerdos me traía oí una voz que me decía: "¿Que te trae por aquí Frank? ¿Que haces en el 'Infierno'?" Ya no recordaba que la había dejado diciéndola que eso era el infierno. Me acerque a la mesa, le cogí un cigarro, esos que ella siempre fumaba, y le pregunte si tenía fuego, me quito el cigarro de la boca con un fino y sexy movimiento de muñeca, y me dio su cigarro, que ya estaba encendido, y ella se encendió el que me había quitado segundos antes.
Tras unos minutos de silencio dije: "¿Jacky, nena, tienes coca?" Me echo una mierda casi asesina, y se empezó a reír, me miro con aire de superioridad, y me dijo: "¿Que te crees? ¿Que soy una cobarde como tú? ¿Que abandono a mis amigos? ¡Claro que tengo!
Me molesto ese comentario, yo no la había abandonado, simplemente apreciaba mi vida, o eso pensé, ya me había dado cuenta de que no lo hacía, le conteste muy rápido: "Nena, nunca he dejado de quererte y siento mucho todo lo que os he hecho, si me dieras otra oportunidad...y algo de coca para volver a la vida..." Jackelin se levanto de la silla, se acerco a una cómoda de madera oscura, abrió el primer cajón y saco una bolsita con coca, o eso imaginé que sería, se acerco a mi, dejo la bolsita en la mesa metálica, de la que segundos antes se había alejado, me paso la mano por encima del pecho, y me dio un beso en la comisura de los labios, me dijo en tono amable: "Aquí tienes, sé que no tienes dinero, pero ha esta invita la casa..." la interrumpí, y la dije que mirara por la ventana, me pregunto: "Emm...¿ese es tu coche?" asentí. Me miro con esos ojos que sabe que me enamoran, intente besarla, me evito, y dijo: "¿Frank...que coño has hecho? ¿De dónde has sacado el dinero para ese cochazo?" Le conté que mi abuela murió y me dejo un herencia millonaria. Jackelin cambio su rostro completamente, me sentó en la mesa metálica de un pequeño empujón, cogió la bolsita blanca, la abrió, en ese momento pude fijarme en sus uñas, color rojo, esas uñas...buf, me entro un calor horrible, Jackelin interrumpió mi pensamiento diciéndome "¿Quieres?" En ese momento me di cuenta de que había preparado cuatro rayas de coca, me dejo un canuto para esnifar, y así lo hice, me sentí genial, me sentí libre de nuevo, Jackelin empezó a reírse, después de haber esnifado sus dos rayas, la miré con cara de asombro, ella nunca se metía tanto seguido, ¿Tanto había cambiado en seis meses? Jackelin se acerco a la mesa metálica, abrí el cajón de abajo y saco una botella de Ron, le quito el tapo con la boca, lo escupió, me empezó a besar, sujetando la botella con la mano derecha, intenté resistirme, pero no pude, empecé a quitarle la camiseta, cuando de pronto entró el joven de la barra, del cual no recordaba el nombre, y le dijo a Jackelin: "Hermana, ha venido alguien preguntando por ti... Tiene pinta de 'hombre importante'...Date prisa" Jackelin le dijo que le hiciera pasar. Jackelin se sentó, guardando la botella de Ron y la bolsita en el cajón, entro un hombre corpulento, con bigote, un bigote sin arreglar, el hombre me miro muy mal, y se acerco a la mesa de Jackelin, le miro el escote y le dijo: "¿Tienes lo mío, nena?" Jackelin miro al hombre del bigote y le dijo "¿Tienes tu MI dinero?" pego un golpe de voz en el 'mi', el hombre asintió, le dejo un fajo de billetes en la mesa, ella saco de su bolso una caja cuadrada y se la entrego, el hombre la cogió y le dijo "¿Que te crees? ¿Que me puedes clavar por está mierda?" Jackelin no cambio la cara, pero como la conozco desde hace mucho, me dí cuenta de que tenía miedo, y yo, también. El hombre saco una pistola, apunto a Jackelin y le grité: "BAJA EL ARMA" el hombre me apunto a mi, y me mando callar, me negué con otro grito, entre pánico y casi lágrimas, me disparo, pero Jackelin se interpuso en la trayectoria de la bala, el hombre la maldijo y me dijo que tenía suerte, me cogió del cuello y me acerco la pistola a la sien. Lo último que oí fue una risa maligna.
Llevó un rato en mi escritorio escribiendo, no sé que más poner, el psicólogo me ha recomendado que escriba lo que pienso, lo que siento. Ya probé esta terapia hace unos años, y no me funciono, la diferencia estaba en que no quería superar mis problemas, y ahora si quiero. Necesito salir de esta asquerosa vida, si se le puede llamar así.- Hago una pausa para prepararme un café, empiezo a tener ansiedad, y necesito saciarla con algo. Voy a la cocina a prepararme un café bien cargado, pero frío, odio las cosas calientes.
Me empiezan a venir pensamientos, mientras me estoy tomando el café, lo cual quiere decir, que debo volver a mi escritorio, a seguir con mi diario. Vuelvo a sentar en mi silla, cojo el bolígrafo rojo, tiene que ser rojo, sino... no puedo escribir, me cierro, me bloqueo... Y sigo escribiendo: -Mis planes para el día de hoy son: Salir a comprar y...nada más. Me gustaría darme una alegría, al fin te cuentas es mi cumpleaños... Sí debería salir a divertirme, con mis chicas...- Intento escribir cuando de pronto suena mi móvil "Psicólogo" aparece en la pantalla, abro el móvil y oigo: "¡FELICIDADES FRANK!". "Gracias Doctor, ¿que tal está?", le contesté, "Bien, ¿y tú? ¿como va la ansiedad?" Me responde él, odio que me pregunte eso, y él lo sabe, no le contesto, en lugar de una respuesta a la pregunta le digo: "¿Esta tarde tenemos terapia, verdad?", me dice que sí, con un tono un tanto enfadado, me supongo que porque no le respondí, como a él le hubiera gustado. Entonces el "pipipi" interrumpe mi pensamiento, me ha colgado. Vuelvo al escritorio. Me paso escribiendo hasta las cinco, aproximadamente, a las seis tengo terapia, tengo que salir un poco antes, así que, me visto, me arreglo un poco, después intentaré pasar por un lugar "familiar", voy al garaje y cojo...¿que coche cojo? el deportivo o el normal? emm... Me quedo unos instantes pensando, y al final decido llevarme el deportivo. Empiezo a conducir, hay mucha gente, de golpe paso por un lugar que me resulto familiar... eso hizo que me volviera la ansiedad, abrí la guantera, vacía, mire por todo el coche, no había nada, no podía más, necesita coca... Cambie mi lugar de destino, me fui a mi viejo bar, aquel bar de ambiente moderno, que ocultaba todo lo que había detrás de ese negocio. Entré, el chico que estaba detrás de la barra se sorprendió de volver a verme allí, le salude con una voz rasgada, le dije que si esta Jackelin, movió la cabeza en gesto de afirmación. Entre a la barra, para acceder a la puerta que se encontraba detrás de ella, abrí la puerta con el máximo de sigilo, entonces olí el humo de un cigarro, la misma olor que me enamoró de Jackelin, de pronto, mientras yo disfrutaba de ese olor que tan buenos recuerdos me traía oí una voz que me decía: "¿Que te trae por aquí Frank? ¿Que haces en el 'Infierno'?" Ya no recordaba que la había dejado diciéndola que eso era el infierno. Me acerque a la mesa, le cogí un cigarro, esos que ella siempre fumaba, y le pregunte si tenía fuego, me quito el cigarro de la boca con un fino y sexy movimiento de muñeca, y me dio su cigarro, que ya estaba encendido, y ella se encendió el que me había quitado segundos antes.
Tras unos minutos de silencio dije: "¿Jacky, nena, tienes coca?" Me echo una mierda casi asesina, y se empezó a reír, me miro con aire de superioridad, y me dijo: "¿Que te crees? ¿Que soy una cobarde como tú? ¿Que abandono a mis amigos? ¡Claro que tengo!
Me molesto ese comentario, yo no la había abandonado, simplemente apreciaba mi vida, o eso pensé, ya me había dado cuenta de que no lo hacía, le conteste muy rápido: "Nena, nunca he dejado de quererte y siento mucho todo lo que os he hecho, si me dieras otra oportunidad...y algo de coca para volver a la vida..." Jackelin se levanto de la silla, se acerco a una cómoda de madera oscura, abrió el primer cajón y saco una bolsita con coca, o eso imaginé que sería, se acerco a mi, dejo la bolsita en la mesa metálica, de la que segundos antes se había alejado, me paso la mano por encima del pecho, y me dio un beso en la comisura de los labios, me dijo en tono amable: "Aquí tienes, sé que no tienes dinero, pero ha esta invita la casa..." la interrumpí, y la dije que mirara por la ventana, me pregunto: "Emm...¿ese es tu coche?" asentí. Me miro con esos ojos que sabe que me enamoran, intente besarla, me evito, y dijo: "¿Frank...que coño has hecho? ¿De dónde has sacado el dinero para ese cochazo?" Le conté que mi abuela murió y me dejo un herencia millonaria. Jackelin cambio su rostro completamente, me sentó en la mesa metálica de un pequeño empujón, cogió la bolsita blanca, la abrió, en ese momento pude fijarme en sus uñas, color rojo, esas uñas...buf, me entro un calor horrible, Jackelin interrumpió mi pensamiento diciéndome "¿Quieres?" En ese momento me di cuenta de que había preparado cuatro rayas de coca, me dejo un canuto para esnifar, y así lo hice, me sentí genial, me sentí libre de nuevo, Jackelin empezó a reírse, después de haber esnifado sus dos rayas, la miré con cara de asombro, ella nunca se metía tanto seguido, ¿Tanto había cambiado en seis meses? Jackelin se acerco a la mesa metálica, abrí el cajón de abajo y saco una botella de Ron, le quito el tapo con la boca, lo escupió, me empezó a besar, sujetando la botella con la mano derecha, intenté resistirme, pero no pude, empecé a quitarle la camiseta, cuando de pronto entró el joven de la barra, del cual no recordaba el nombre, y le dijo a Jackelin: "Hermana, ha venido alguien preguntando por ti... Tiene pinta de 'hombre importante'...Date prisa" Jackelin le dijo que le hiciera pasar. Jackelin se sentó, guardando la botella de Ron y la bolsita en el cajón, entro un hombre corpulento, con bigote, un bigote sin arreglar, el hombre me miro muy mal, y se acerco a la mesa de Jackelin, le miro el escote y le dijo: "¿Tienes lo mío, nena?" Jackelin miro al hombre del bigote y le dijo "¿Tienes tu MI dinero?" pego un golpe de voz en el 'mi', el hombre asintió, le dejo un fajo de billetes en la mesa, ella saco de su bolso una caja cuadrada y se la entrego, el hombre la cogió y le dijo "¿Que te crees? ¿Que me puedes clavar por está mierda?" Jackelin no cambio la cara, pero como la conozco desde hace mucho, me dí cuenta de que tenía miedo, y yo, también. El hombre saco una pistola, apunto a Jackelin y le grité: "BAJA EL ARMA" el hombre me apunto a mi, y me mando callar, me negué con otro grito, entre pánico y casi lágrimas, me disparo, pero Jackelin se interpuso en la trayectoria de la bala, el hombre la maldijo y me dijo que tenía suerte, me cogió del cuello y me acerco la pistola a la sien. Lo último que oí fue una risa maligna.
martes, 15 de febrero de 2011
Suicidio
Dos horas llevo aquí ya... que rápido pasa el tiempo.
Dos horas llevo aquí ya, sin saber si tirarme o no...
He sido tan mala persona, que debería saltar... pienso mientras me enciendo el primer cigarrillo, el primero de muchos.
Me vienen esas horribles imágenes a la cabeza ¿como pude hacerle eso a la mujer que siempre he amado? ¡¿COMO PUDE?! ¡Soy lo peor que existe! ¡No me lo tendría que pensar, tendría que tirarme!
Pobre Elaine, con todo lo que ella hizo por mi...
Nunca podré olvidar los gritos que daba... pobre Elaine...
Pasan tres horas más, ya me he fumado cuatro paquetes...y empiezo a pensar: Yo nunca he fumado... pero si cualquier persona me viera ahora mismo, no se lo creería... más de diez botellas de alcohol en el suelo colillas y más colillas en mi cenicero, ese cenicero que tenía Elaine en la vitrina para decorar... ¡Mi Elaine! ¿Cómo he podido? No puedo para de preguntarme eso. Me hecho a llorar.
De pronto oigo unos coches pasando por la calla ¿Me tiro o no me tiro? ¿Tendré valor para quitarme la vida? ¡Maldita sea George! ¿Cómo has podido!? Has matado a la única mujer que fue capaz de amarte, la has matado.
Hace solo ocho horas que llegue a casa, todo paso tan rápido...
Llegue a casa después del trabajo, tiré el maletín encima del sofá, me quité el traje, lo dejé cuidadosamente encima de mi cama perfectamente hecha, me puse mi pijama, no tenía intención de salir más a la calle, abrí la nevera y saqué dos cervezas frías, cogí una bolsa de patatas frías, y me dirigí a mi querido sillón de orejas, color crema ese precioso sillón que me regalo Elaine por mi cumpleaños, encendí la televisión y busqué mi programa de deportes favorito. Pasaron diez minutos, y llega Elaine, con bolsas de la compra, le pregunté si necesita ayuda, me contestó un "No" muy borde, nunca me había hablado así y siempre que no necesitaba mi ayuda me decía gracias...algo le pasa a Elaine, nunca la había visto tan fría, me levanté y fui a la cocina recién reformada a preguntarle que qué le ocurría, me dijo que la dejará en paz, otra vez en tono borde, le dije que podía confiar en mi, que era su marido, que nadie la comprendería mejor que yo, me grito que su vida era lo peor por mi culpa, yo que lo daba todo para ella le dí una bofetada, me insultó, le dí otra y me volvió a insultar hasta que me escupió, que entonces le propine un puñetazo que la mando al suelo y le rompió la nariz, yo estaba tan furioso, le dije que era una puta barata, cosa que jamás había pensado. La miré con aire de superioridad y me disponía a irme, cuando empezó a insultarme de nuevo, jamás me había dicho cosas tan horribles, y cierto era que me las merecía, la levante tirándole de un brazo, la puse contra la pared y la empecé a golpear con todas mis ganas entre lágrimas me gritaba que la soltara, yo hacía como si no la oyese, y le seguía pegando brutalmente, no había ninguna sola parte del cuerpo por la cual, la pobre Elaine no sangrara, la lleve a la cama, la tumbe de un empujón, le quite la ropa rompiéndosela en mil y un pedazos, me quite mis pantalones del pijama a rayas que semanas antes me había regalado Elaine, y la viole, ella gritaba yo la golpeaba como podía, cuando termine me volví a vestir, y la deje encima de la cama, moribunda, me dirigí otra vez al salón,como si nada hubiera pasada, cuando de pronto oigo a Elaine hablando por teléfono, estaba intentando llamar a la policía, le arrebate el teléfono, la golpeé la deje inconsciente, me odiaba a mi mismo en aquel momento, pero algo dentro de mi me decía que debía acabar con ella, y así lo hice, fui a la cocina a por un cuchillo, un gran cuchillo para cortar carne, le atravesé el corazón veintiocho veces. Me quede un rato mirando al precioso cuerpo sin vida de mi Elaine, pobre Elaine pensé... Me entró el pánico cuando volví en mi, tenía que esconder el cuerpo de Elaine, dónde puedo esconderlo, pensé. Solo se me ocurrió la genial idea de trocearlo, y así lo hice, le corte la cabeza, le corté los brazos en dos trozos cada uno, y las piernas en cuatro partes cada una, envolví los trozos en una sabana oscura y lo até todo como si de un paquete se tratara. Entonces subí al tejado..en el que llevo ya cinco horas.
Y sigo preguntándome ¿me tiro o no me tiro?
Tengo que ir al coche, a comprar algo más de alcohol para tener el valor de quitarme la puta vida, pensé. Cogí el coche y me fui a la tienda más cercana, no pensé que ya eran las diez de la noche y que estaban todas cerradas, busque un veinticuatro horas, no encontraba ninguno, así que me dirijo a un bar, entro, es un bar pequeño sombrío, muy frío, le pido al camarero que me de diez latas de cerveza y le pregunto si me podría dar también un botella de whisky, me da las cervezas y una botella de whisky medio vacía, por la cual me cobra su precio original, pero no me importa, le doy un billete de cien dolares, cojo mis bebidas y salgo por la puerta.
Subo al coche, tengo el paquete con el cuerpo de Elainehazlo!. No tengo valor, así que decido emborracharme estando de pie en al bordillo, de repente me entran unas ganas de andar irrefrenables, y así lo haré, empiezo a andar, por el fino borde... estoy borracho, no tengo equilibrio alguno así que, sucede lo inevitable, me caigo. Lo último que oigo es el grito de una mujer aterrorizada.
lunes, 14 de febrero de 2011
Clacker, la chica Runway.
Cada mañana lo mismo...
suena ese odioso despertador, 6:30 marca en rojo, me levanto, me dirijo al baño mientras me fumo un cigarrillo pienso que puedo ponerme, en mi trabajo no se puede repetir.
Me levanto de un salto corro hacía la habitación, abro mi armario de golpe, selecciono un top ajustado color marrón y una falda de cuero de un marrón más oscuro. unas medias color negro y unos botines blancos, esos malditos botines de 399 dolares que me compré hace más de seis meses y que todavía no me he puesto, por miedo eso sí, pero ahora ya me faltan zapatos así que decido ir a comprarme más ropa y zapatos cuando salga del trabajo.
Ya estoy lista, solo tengo que "desayunar" y maquillarme y arreglarme el pelo y...PFF!! que
estrés, cada mañana la mismo... la misma asquerosa rutina, por un sueldo que deja mucho que desear, pero al menos da para pagar este cochambroso piso de treinta metritos cuadrados...
¿El desayuno de hoy que será? me pregunto mientras me dirijo a mi "gran" cocina, ayer desayune una tostada, hoy quizá un vaso de leche descremada, sí, eso desayunaré, estiro el brazo hasta el tirador de la nevera y saco la leche, cierro la nevera de un golpe, cojo una taza que esté minimamente limpia vierto la leche en ella y la meto en el microondas minuto y medio, como siempre.
Mientras espero sentada en mi silla, en mi única silla, voy pensando que hacerme en el pelo "hoy no me he duchado...por la cual razón he podido dormir una hora más..." tengo el pelo algo sucio de ayer, en realidad no, pero mi jefa pensará que esta sucio, como si hiciera un año que no me lo lavo, maldita Dragona... un pitido insoportable hace alejar a mi jefa de mi pensamiento,
me levanto de la silla y cojo mi taza de leche descremada me la tomo sin nada, tal cual, calentita y sin nada... o me podría engordar un misero gramo... desayuno en cuestión de segundos. Cuando termino me dirijo al baño, el cual esta hecho una pena, que triste no tener tiempo ni para limpiar... saco las tenacillas del segundo cajón de el armario pequeño, las enchufo y espero a que se caliente, mientras se calientan me recojo mechones de pelo especificos con pinzas, para saber cuales tengo que rizar y cuales no, genial, la luz de las tenacillas está en verde, puedo empezar, cojo un mechón y empiezo a rizarlo y así hasta que tengo un mechón sí y un mechón no rizados, estoy genial, ahora maquillarme, antes de empezar me dispongo a mirar mi reloj y recuerdo que todavía no me he "enjoyado" tengo que cambiarme ese reloj!! ya lo llevé ayer, hoy cual puedo ponerme? uno de...Guchi? sí uno de Guchi que sea blanco, ya sé cual me pondré, genial, faltan 15 minutos para que salga el tren, así que tendré que darme muchísima prisa para s
alir, me pongo mi base natural, hoy no quiero llamar la atención de Dragona, me pinto la linea de los ojos de un color marrón, me rizo las pestañas, les aplico el rimmel negro, me pongo un poco de color en los ojos, y me pongo un colorete muy clarito, no quiero llamar la atención de esa horrible mujer...
Me dirijo a mi habitación a coger mis complementos que hará que parezca una top model perfectamente maquillada, perfectamente peinda y perfectamente delga...anorexica. Cojo un par de pulseras color dorado, una gargantilla hecha de una cinta negra y una bolita dorada colgando...no no me pondré esta, o Dragona dirá que parezco un gato...mejor me pongo un collar largo, que resalte mi poco escote, y cuando lo tengo puesto me dispongo a cambiarme mi reloj azul de ayer y de la semana pasada, me pongo el reloj de Guchi color blanco.
¡Mierda! 5 minutos, cojo el bolso uno blanco también, no me he fijado ni en la marca...
lo cual quiere decir que llego tarde, muy tarde, cojo mi chaqueta de piel marrón también. Me dirijo a la puerta cojo el móvil, la cartera un neceser con un poco de maquillaje para retocarme y salgo por la puerta, la cual tengo que sujetar para que no se caiga cada vez que la cierro.
Ahora toca misión imposible, tengo que llegar al metro en 3 minutos, genial... no llegaré. No puedo correr mucho, no vaya a ser que sude y mi jefa me mande a casa a ducharme y pierda un día de suelo... Voy andando hasta la estación, la cual no me queda muy lejos, pero sí a 5 minutos, 5 preciosos minutos que no tengo, desgraciadamente, intento acelerar mi
paso lo máximo posible, pero sin correr, mientras camino pienso en el miedo que me da mi jefa...esa Dragona terrible, nos desprecia, no hace sentir insignificantes en el
mundo. Ya he llegado a la estación, le quiero preguntar a una señora vestida de negro la cual parecida triste, me dirijo a ella con toda mi educación y le pregunto: "Disculpe a pasado ya el tren..." el sonido de mi tren interrumpe mi frase, y la mujer se aparta de mi diciendo "Quite quite" con una voz casi ronca, en fin que más da! Ya ha llegado mi tren, me subo en él, busco un asiento vacío, generalemente no me siento, pero... estoy cansada, encuentro uno junto a un hombre trajeado que lee el periódico, me siento, le digo "buenos días" con la mejor de mis sonrisas, el me responde un "hola" muy desagradable, me fijo en su periódico es de hace más de una semana, que extraño... En fin, me da igual, me centro en mis cosas,
saco un espejito y unas pinzas de mi bolso, intento retocarme un poco las cejas, ya que me había dado cuenta de que tenía dos pelitos en el entrecejo, si Dragona los viera, pienso, me llamaría de todo menos guapa, así que me los quito sin pensar, ya ni siquiera siento el dolor, en fin.
Saco una pequeña novela rosa de mi gran bolso. Empiezo a leer, las noveles rosas son la única pasión que hay en mi vida, ya no salgo, ya no ligo, ya no hago nada, mi rutina es ir a trabajar, volver y ... y... trabajar en casa, todo tiene que ser perfecto, o Dragona me arrancara la cabeza de un mordisco, o de un insulto con voz tranquila, tal y como hace ella siempre. "Pin" suena la alarmita he llegado, guardo mi novela rosa, y salgo, una vez fuera solo queda subir las escaleras, andar 10 minutos y subir... a ello me dispongo, como siempre el paseito de la salida del tren hasta mi querídisima oficina hay muchas tiendas de moda, que hoy debería visitar para renovar mi vestuario. Justo cuando llevo cuatro minutos andando me suena el móvil, meto la mano en mi gran bolso y lo busco, pero...deja de sonar, cosa que siempre me pasa cua
ndo uso esos grandes bolsos que tanto odio, pero que están tan de moda. Al fin! he encontrado mi móvil, lo abro y veo una llamada perdida de una amiga, a la que hace más de seis meses que no veo, por culpa de mi querido trabajo. No tengo tiempo de llamarla así que le mando un sms tan rápido como me lo permite mi manicura francesa de veinte dolares, le digo a mi amiga que si le va bien quedar esta tarde, y me excuso diciéndole que cuando me ha llamado estaba en una reunión muy importante. Le doy a enviar, y se envía.
Sigo mi trayecto, pero antes miro mi reloj de Guchi blanco, faltan veinte minutos para que llegue Dragona, genial, voy bien.
Yo no tengo una hora de entrar y una de salir, no, en Runway las cosas no van así, tenemos que estar en el trabajo antes que Dragona, y tenemos que salir más tarde de las cinco, pero si ella decide quedarse pasadas las cinco, las demás tenemos que quedarnos, e
n resumen, entramos antes que ella y salimos después de ella, y eso que en mi contrato pone "De ocho de la mañana a cinco de la tarde" en fin, necesito el dinero, además mi sueño desde niña había sido trabajar en Runway, nunca imaginé en aquella preciosa época que fue mi niñez que trabajar en la más importante de las revistas de moda fuese tan agotador, y que te dejara sin vida persona...el pitido de mi móvil interrumpe mi pensamiento, hoy nada me deja pensar...hasta mi pensamiento me quita Runway que triste, por suerte tengo el móvil en mi mano, así que no tendré que volver a introducir mi mano en ese bolso infinito de no sé cuantos cientos de pavos, abro el móvil, mensaje de Ann: "Claro que puedo nena, quedamos a las 17:30 en la puerta de tu oficina, si llegas más tarde avisame, te quiero peque" Genial!! Exclamo en medio de la calle, me callo de golpe por vergüenza y entro en el gran bloque de oficinas, saludo al chico de seguridad, del cual estoy medio encaprichada, pero no tengo tiempo para él, para
desgracia de los dos, sé que yo también le gusto, me dirijo al ascensor, dónde me encuentro a una compañera, que me dice que Miranda ha llegado antes de lo previsto, me quedo en blanco solo me sale decir: "MIERDA!" pero me lo callo, delante de las compañeras tengo que ser toda una señorita, cosa que odio, pero lo hago por el dinero, ya no es por el sueño de mi vida, que va, en absoluto... ¿A quien pretendo engañar? Sí que lo es... en fin, le digo a mi compañera que si ya esta Mirando arriba, me dice que no, que llegará en 5 minutos, "TOMA" digo para mis adentros, todavía tengo tiempo, "CLINC" ya hemos llegado, entramos a Runway, me dirijo a mi minúsculo "despacho" o zulo, según se mire, enciendo mi ordenador, que me cambiaron después de 5 meses pidiendo uno nuevo, ya que el viejo no funcionada bien. Introduzco mi contraseña: "Gateker08" no sé que quiere decir, pero esa la que me dieron, así que, me callo y me la aprendo, no, todavía no me la sé, la tengo apuntada en un post-it debajo de la pantalla,
para que nadie la vea.
Empiezo a trabajar, no me queda otra, tengo que hacer un articulo sobre la moda de la mujer trabajador, para antes de comer, bueno, mejor dicho REhacerlo, ya que en la reunión del miércoles, Dragona me dijo que no le gustaba como quedaba, que no encajaba en la revista, cosa que es mentira, pero bueno, a Dragona no se la puede discutir. Así que me dispongo a volver a rehacerlo.
Pasan las horas y sigo volcada en mi articulo...
Cuando por fin lo termino, lo guardo y pongo en mi pen-drive y lo imprimo, por si las moscas, hago dos impresiones: una me la guardo para mi, y otra la deja en mi mesa, en su carpeta color azul, el azul es mi color favorito, y el color de mi sección de la revista. Lo único que hace que no deje este maldito trabajo es el hecho de saber que millones de chicas en el mundo se leen mis artículos, que millones de mujeres cambian su vestimenta por lo qu
e yo digo en la revista, bueno y también porque en realidad me gusta mucho poder mandar a los fotógrafos -me rió para mis adentros-. Mientras espero a que se imprima la segunda copia, se acerca a mi despachito la ayudante de Miranda, la cual me dice que le dé el articulo, no me llevo mal con ella, somos muy amigas, pero odio cuando me pide las cosas de mala manera, le doy la copia que en un principio era para mi, una vez en su poder me dice: "Quedamos para comer, ven a buscarme" y me guiña el ojo. Por fin, vida social, hoy tengo dos "citas" que ilusión.
Queda menos de media hora para comer, Miranda todavía no ha llegado, lo cual me asusta, ya que Jess me dijo que llegaría antes, si no ha llegado antes de las diez o diez y media quiere decir que algo ha salido mal... Que miedo tengo.
Voy a buscar a la ayudante de Miranda para comer. Como con ella, y sigo con mi trabajo, se me pasa el día volando, y la razón es simple, Miranda no a aparecido en todo el día.
Dan las cinco, por fin vuelvo a mi casa, recojo mis cosas y me voy, no recordaba que había quedado con mi amiga, pero cuando la veo en la puerta me acuerdo de golpe
.
Me acerco a ella le doy dos besos y entramos en la primera tienda de zapatos, me pruebo unos cuantos, caros, muy caros, pero en fin, lo exige mi trabajo. Me compro dos pares de sandalias, cinco botines, tres botas y unas zapatillas cómodas para trabajar, bueno para trabajar hasta que llegue Miranda, me gasto muchísimo dinero, pero en fin, lo exige el trabajo. Genial, pienso, ya puedo pasarme unos tres o cuatro meses sin comprarme más zapatos. ¡POR FIN!
Mientras andamos hasta una tienda de ropa, más barata, pero dónde venden ropa de marca mi amiga me cuenta que tiene novio y que van a casarse, lo que hace que se me caiga el café, freno en seco y le digo: "¡¿Qué?! ¡¿Como que te vas a casar?!" Me cuenta la historia, me dice que se casa dentro de siete meses, lo cual me deja sin palabras, y de golpe me suelta con una mirada de cordero "Sandy...te gustaría ser mi Dama de Honor?" Me hace muchísim
a ilusión serlo! Le digo que sí. Entramos en la tienda, me compro varios trajes chaquetas, muchos tops, muchas blusas, muchas camisas, en general, mucho de todo, mi pobre visa esta que hecha humo...
Me dispongo a acompañar a mi amiga a un taxi, para que pueda volver a su apartamento, le doy dos besos más, le digo que ya hablaremos, y quedamos para el sábado, el sábado más compras, me voy a comprar mi vestido de Dama de Honor y ella a intentar encontrar un vestido de novia. Pobre visa...
Cuando llego a casa, con otro café, saludo a mi gato, que esa mañana no había visto por el piso, le pongo comida y agua, tiro mi bolso y mi chaqueta encima de mi sofá azul. Me quito la ropa y me ducho, me pongo un chándal viejo con poco glamour, y empiezo a ojear Runways antiguas para sacar ideas, voy pensando en que nunca me casaré, cosa que tampoco me hacía gran ilusión, pero que me gustaría... pienso en mi rutina, en mi vida, en ese chico de seguridad
que me vuelve loca...y me quedo dormida.
martes, 21 de diciembre de 2010
Edgar Allan Poe
Espíritus de Los Muertos.
a solas yacerá con sombríos pensamientos;
Nadie, en toda esa intimidad, penetrará
en la delgada hora de tu Secreto,
Sé silencioso en esa quietud,la cual no es Soledad, ya que
Los Espíritus de los Muertos,
quienes te precedieron en la Vida,
en la Muerte te rodearán,
y con Sombras, tu quietud enlazarán;
La Noche, tan clara, se oscurecerá,
y las estrellas nos arrebatarán su brillo
desde sus altos tronos en el Cielo,
con su luz de esperanza para los mortales,
pero sus esferas rojas, apagadas,
en tu hastío tendrán la forma de Fiebre y Llamas,
y te reclamarán para siempre.
Ahora son pensamientos que no desterrarás,Ahora son visiones casi desvaneciéndose;
De tu Espíritu no pasarán jamás,como la gota de rocío muere sobre la hierba
La brisa, aliento de Dios, es inmóvil,
y la niebla sobre la colina
Sombría, sombría, y a la vez intocable,
Es una Señal y un Símbolo.
¡Cómo se extiende sobre los árboles,Misterio de Misterios!
y con Sombras, tu quietud enlazarán;
La Noche, tan clara, se oscurecerá,
y las estrellas nos arrebatarán su brillo
desde sus altos tronos en el Cielo,
con su luz de esperanza para los mortales,
pero sus esferas rojas, apagadas,
en tu hastío tendrán la forma de Fiebre y Llamas,
y te reclamarán para siempre.
Ahora son pensamientos que no desterrarás,Ahora son visiones casi desvaneciéndose;
De tu Espíritu no pasarán jamás,como la gota de rocío muere sobre la hierba
La brisa, aliento de Dios, es inmóvil,
y la niebla sobre la colina
Sombría, sombría, y a la vez intocable,
Es una Señal y un Símbolo.
¡Cómo se extiende sobre los árboles,Misterio de Misterios!
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